"Las sanciones tendrán nulo efecto en la economía. Son totalmente insignificantes y nimias. Se han adoptado en virtud de una ley de Estados Unidos de 1991 que tiene que ver con la implementación de las convenciones sobre armas químicas [a propósito del caso Skripal], ha explicado a Bloomberg.
"Si se hubiese activado alguna de las sanciones agresivas, ahora mismo estaríamos teniendo una conversación sobre los efectos económicos en Europa, en el sistema financiero, etc. Las sanciones de estos días son insignificantes. Incluso cuando se active la segunda tanda".
Granville ha querido recordar que estas últimas medidas contra Rusia tienen que ver con el supuesto envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia, en el que el Reino Unido ha implicado al Gobierno ruso. Motivo por el que le sorprende que las medidas surjan de Washington y no de Londres.
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"Aquí lo gracioso está en que el Gobierno del Reino Unido no está exigiendo nada. Se han salido de la ecuación y las sanciones han salido de Estados Unidos. Y aquí la víctima fue Londres [y no EEUU]. Así que está claro que todo esto es una iniciativa de Estados Unidos que sirve a sus propios intereses", ha advertido.