El 20 de agosto, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció que establece relaciones diplomáticas con China y las rompe con Taiwán.
El Departamento de Estado de EEUU criticó esta medida y amenazó con revisar sus relaciones con El Salvador.
"China y El Salvador son Estados independientes, tienen derecho de decidir cómo desarrollar sus relaciones internacionales", dijo Lu Kang.
"Esto no influye en cómo China y El Salvador desarrollan sus relaciones con otros países", agregó.
Asimismo, calificó la decisión del Gobierno salvadoreño de acertado recordando que "otros 177 países hicieron antes lo mismo y nadie tiene derecho de inmiscuirse o reprobar su decisión".
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El diplomático recordó que "EEUU entabló relaciones diplomáticas con China hace 40 años, pero quiere prevenir que otros Estados extranjeros reconozcan el principio de una sola China y desarrollen sus relaciones con Pekín".
Tras la ruptura con El Salvador, Taiwán se queda con 17 aliados diplomáticos, cuatro de ellos en Centroamérica y Suramérica: Belice, Honduras, Nicaragua y Paraguay.
Las relaciones oficiales entre Pekín y Taipéi quedaron suspendidas en 1949, después que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a Taiwán.
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Los contactos informales entre Taiwán y la China continental se reanudaron a finales de la década de 1980.