"El expresidente tiene el 39% de las intenciones de voto en la primera encuesta de Datafolha realizada después del registro [el pasado 15 de agosto] de las 13 candidaturas al Palacio del Planalto [sede de Gobierno]", informó el instituto en un comunicado.
Lula, quien está preso desde abril pasado, se mantiene líder y a mucha distancia del resto de sus adversarios: le sigue, con el 19% de intención de voto, el candidato de la ultraderecha Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal).
A pesar de que es el favorito de los brasileños, es muy probable que Lula, candidato oficial del Partido de los Trabajadores, no pueda presentarse, dado que está cumpliendo una condena de 12 años y un mes por corrupción, y la ley brasileña impide candidaturas de condenados en segunda instancia.
En caso de que Lula finalmente no esté en los comicios y lo sustituya su número dos y candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, el escenario cambia sensiblemente.
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Bolsonaro pasa a ser el primero en intención de voto, con el 22% de apoyo, mientras que Silva y Gomes doblan sus intenciones de voto con 16 y 10%, respectivamente, mientras que el conservador Alckmin también sube hasta el 9%.
Haddad fue alcalde de São Paulo (sureste) y ministro de Educación con Lula, pero es un desconocido para muchos brasileños: el 27% de los electores no sabe quién es.
Las elecciones presidenciales de Brasil celebrarán su primer turno el próximo 7 de octubre, y en ellas se renovará el Poder Ejecutivo, pero también el Congreso Nacional y las asambleas y gobiernos de los 21 estados del país.