"Esperamos que tendremos una solución en el próximo par de horas o días", dijo Guajardo a periodistas, al llegar a la oficina del representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer.
Las dos partes, sin la asistencia de Canadá retomarán las conversaciones que comenzaron la noche del 21 de agosto, en la que participan además el canciller mexicano, Luis Videgaray y Jesús Seade, representante del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Seade dijo a periodistas que las dos partes estaban logrando avances hacia un acuerdo en principio.
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"Estamos llegando ahí", dijo Seade, sin ofrecer detalles, al llegar a la sede del representante comercial, poco antes de Videgaray y Jared Kushner, asesor especial y yerno del presidente Donald Trump.
A la espera de Canadá
Guajardo dijo que todavía no hay garantías de un acuerdo en principio y que Canadá debe ratificar los avances, al comentar reportes de prensa, según los cuales EEUU podría anunciar un acuerdo el 23 de agosto.
"Depende de cómo vayan las pláticas hoy [22 de agosto]", atajó el jefe negociador mexicano.
Por lo tanto, habrá que esperar que la ministra de Chrystia Freeland de Canadá se sume a las negociaciones, que esta jornada son de índole bilateral.
"El apretón de manos sucede cuando todo el mundo ha terminado", advirtió Guajardo.
Lighthizer sostuvo reuniones separadas con la delegación mexicana, por un lado, con el negociador del próximo mandatario, Seade, y por otro, con Guajardo y Videgaray, representantes del presidente Enrique Peña Nieto, que termina su mandato el 1 de diciembre de 2018.
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La explicación es que los tres tuvieron "agendas diferentes", explicó el funcionario mexicano.
El equipo del próximo presidente mexicano considera que el acuerdo debe continuar siendo trilateral, ante las amenazas de Trump de reemplazarlo con tratados bilaterales.
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El tiempo se agita para Trump, y esta es la última oportunidad para lograr un acuerdo en principio que pueda procesar el Congreso saliente de EEUU, antes de las elecciones legislativas estadounidense de noviembre próximo, en las que podría perder el control de la Cámara de Representantes.
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Por otra parte, el nuevo Congreso electo de México, que debe ratificar el nuevo acuerdo comercial, comenzará trabajos el 1 de septiembre, tres meses antes de la toma de posesión presidencial.