A pesar de que la Comisión Europea prevé un crecimiento de la economía griega de casi el 2% para este año, aún es muy pronto para hablar del fin de la crisis, considera el analista Valeri Vaisberg.
"La deuda griega sigue siendo enorme incluso después de la reestructuración y el programa de rescate y lo más probable es que no disminuya en un futuro cercano. Otra cosa es que la fase aguda de la crisis haya pasado y uno pueda esperar que el país recupere unas tasas de crecimiento moderado. Esto, quizás, dará alguna esperanza de mejora a los ciudadanos", explicó el analista a Sputnik.
De acuerdo con Vasilis Korkhidis, presidente de la Federación Griega de Comercio y Emprendimiento, "los peligros han quedado atrás, pero las dificultades están por venir. Si hablamos de pequeñas y medianas empresas, puedo decir que el 21 de agosto será un día de reflexión, no de celebración. Hay 920.000 desempleados y 244.000 trabajadores independientes que también perdieron la oportunidad de trabajar, y es una carga pesada. Lo que hace falta es recuperarse para restaurar el 25% del PIB perdido en los últimos ocho años".
También: Europa podría tener pronto su propio FMI
Tras liberar a Grecia de su programa de apoyo y recortes, la 'troika' siguió con sus exigencias a Atenas. El país debe alcanzar un superávit presupuestario del 3,5% del PIB hasta 2022 y un crecimiento del PIB medio del 2,2% en el período 2023-2060.
¿Se podrán lograr estas cifras tras una crisis tan larga?
Un exministro de Economía y ahora profesor de la Universidad Económica de Atenas, Nikos Christodulakis, explica que las dos metas no se pueden lograr a la vez: "El superávit presupuestario y las altas tasas de crecimiento son dos objetivos paralelos, lograr uno debilita el éxito del otro".
"Si la atención se centra en el superávit presupuestario, el crecimiento se contraerá, y esto, a su vez, implicará más gasto en la deuda pública. Si, por el contrario, se hace hincapié en la estimulación del crecimiento, el coste de la financiación de la deuda se reducirá, pero lograr un superávit será imposible", comenta a Sputnik.
La agencia de calificación estadounidense reveló que hasta ahora las previsiones de superávit se basaban en unos gastos menores y no en el crecimiento de los ingresos. En este contexto, considera necesario subir los impuestos y reducir la proporción de personas que trabaja por cuenta propia.
El profesor de Finanzas Emérito de la Universidad de Nueva York Roy C. Smith señala que la salida de Grecia del programa de ayuda de la eurozona será una realidad, pero la lucha por volver a la normalidad será larga.
Grecia debería tomarse la próxima década como un período para reconstruir su economía tras el colapso. Será complicado, pero el pueblo griego puede ayudar en este proceso eligiendo a los líderes adecuados, afirmó.
La 'troika' de acreedores internacionales prestaba dinero a Grecia con un bajo interés a cambio de que hiciera dolorosas reformas en su economía. El apoyo financiero exterior para Grecia ha sido la ayuda más larga jamás brindada a países de la eurozona tras la crisis financiera internacional. En ocho años, Atenas recibió más de 300.000 millones de euros a un bajo interés.