El anuncio de los insurgentes se produce después de que más temprano el presidente del país, Ashraf Ghani, propusiera una nueva tregua a partir del 20 de agosto.
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Del 12 de junio al 29 de junio, el Gobierno de Afganistán suspendió sus operaciones contra los talibanes, con motivo de la fiesta de Eid al-Fitr, la fiesta que marca el final del mes del Ramadán.
En esa ocasión los talibanes declararon una tregua de tres días.
Pese a la fuerte presencia militar de Estados Unidos y otros países de su órbita, Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico), ambos prohibidos en Rusia.