"Nuestro objetivo es conseguir paz y seguridad", dijo Lieberman a la radio local, "pero existe una lucha interna palestina que nos pretende arrastrar".
"Todo comenzó cuando Abu Mazen (Mahmud Abás) dejó de pagar los salarios a sus empleados en la Franja de Gaza, y cuando rechazó pagar las facturas de la electricidad, ignorando que nosotros transferimos los impuestos (a los palestinos)", aseguró el ministro israelí.
Abás se opone frontalmente a la negociación en curso entre Israel y Hamás a través de Egipto, diciendo que va contra los intereses de los palestinos en su conjunto.
Lieberman añadió que desde que fue nombrado para el cargo ha tratado de "iniciar un diálogo con la gente de Gaza" a pesar de la oposición de Hamás.
El ministro justificó también el cierre del paso de Erez (Beit Hanun) con la Franja, anunciado esta mañana, por donde suelen entrar y salir algunas personas, diciendo que se debe a la "inestabilidad en la frontera".
"Hemos de crear una relación directa entre nuestras concesiones económicas y la seguridad", comentó Lieberman.
El titular israelí indicó que Israel no está dialogando con Hamás, pero "no se lo vamos a decir a Egipto o a la ONU"
"Hemos de ser listos", apostilló.