Durante tres años los investigadores registraron la presión arterial de unos dos millones de participantes de un experimento de la Universidad de Yale (EEUU) en China. Para ello, todos los voluntarios fueron divididos en 22.000 subgrupos por edad, sexo, raza, etnia, geografía y ocupación, entre otras características. El enorme volumen de los datos obtenidos permitió a los investigadores identificar una relación entre el Índice de Masa Corporal (IMC) y la presión arterial en decenas de miles de subgrupos.
"Si la tendencia en cuanto a sobrepeso y obesidad continúa en China, nuestro estudio apunta a que la hipertensión, que ya es un factor de riesgo importante, es probable que sea todavía más importante. Este documento está haciendo sonar la señal de alarma de que es el momento de centrarse en estos factores de riesgo", comparte Harlan Krumholz, profesor de cardiología y principal autor del estudio.
En los últimos años los científicos están descubriendo cada vez más indicios de que la obesidad no solo aumenta la carga sobre el sistema óseo de las personas, eleva los problemas con el metabolismo y es una de las causas de la diabetes, sino que también provoca el envejecimiento del cerebro y cambios neuronales. Según Krumholz, los científicos han detectado que muchas personas con obesidad tienden a mostrar elevados índices de hipertensión.
No obstante, muchos médicos dudaban de la existencia de una relación directa entre estos dos males. El nuevo estudio parece que les da una prueba de ello, aunque aún se desconoce su origen exacto. Una de las causas de esta interrelación podría ser un fallo en la síntesis corporal del recientemente descubierto monóxido de nitrógeno.