Los sistemas de observación e inteligencia de las grandes potencias serían las responsables, según Peck. En el pasado, dichos sistemas se empleaban únicamente para detectar el lanzamiento de misiles balísticos nucleares.
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En la actualidad, estos sistemas se usan para controlar el empleo de misiles tanto nucleares como convencionales. El columnista destaca que el uso de armas sin ojivas nucleares podría ser confundido con un ataque nuclear, lo que a su vez causaría una respuesta de la otra parte.
Michael Peck destaca que la ubicación de los diferentes tipos de armas en los mismos lugares dificulta aún más la diferenciación entre ataques nucleares y convencionales. Este problema se llama "enredo nuclear" y es algo que hacen los tres países.
Además, Acton menciona que los cuatro satélites avanzados de Frecuencias Extremadamente Altas (AEHF, por sus siglas en inglés) que EEUU planea desplegar serán el único sistema para transmitir órdenes de usar armas nucleares.
El columnista señala que desenmarañar el conflicto nuclear podría ser una buena manera de prevenir un posible accidente nuclear, pero no es algo sencillo de llevar a cabo. La razón es que Rusia, China y EEUU se negarían a hacerlo por los elevados costes que supondría separar todas las armas nucleares de las convencionales, además de sus puntos de control.
Por su parte, Acton sugiere que se usen sistemas de comando y control que se dediquen a la detección de lanzamientos de proyectiles balísticos intercontinentales sin ocuparse de la guerra convencional.
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