"Lo que muestra nuestro modelo del clima es que las insólitas y elevadas temperaturas se mantendrán en la misma línea durante, como mínimo, los próximos cinco años y que la de los océanos seguirá esa misma tendencia durante incluso más tiempo", explican Florian Sevellec, de la Universidad de Brest (Francia) y Sybren Drijfhout, del Instituto Meteorológico de Países Bajos.
De sus resultados se deduce que el modelo predijo correctamente todos esos fenómenos —las olas de calor y el calentamiento global-, lo que ha permitido a Sevellec y a Drijfhout prever, también, lo que pasará durante los próximos cinco años: temperaturas más altas de lo normal en la superficie de los mares que serán parecidas a las de 2016 y 2017. Más calor.
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Según sus cálculos, las temperaturas serán de media 0,1 grados más elevadas que de costumbre, lo que aumentará notablemente la frecuencia con la que golpean las sequías, las olas de calor y otras anomalías climatológicas relacionadas con el calentamiento global. La situación no logrará estabilizarse hasta 2022 y, aun así, las probabilidades de que sea así solo serán del 31%. Si no se estabilizan, al mundo le esperan más temperaturas elevadas durante más tiempo.
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¿Pero cuáles serán las consecuencias de estos mismos fenómenos? Los meteorólogos también lo tienen claro. Que la tasa de mortalidad vaya aumentando. Por cada grado extra el número de muertes por golpe de calor se elevará un 5%.