Según fuentes oficiales de La Moncloa citadas por El País, el Ejecutivo de Pedro Sánchez considera que España no es "el puerto más seguro", que es el más cercano de acuerdo al derecho internacional.
El Aquarius pidió con anterioridad a varios Gobiernos europeos que le asignen un puerto seguro donde poder desembarcar a los 141 inmigrantes que lleva a bordo.
La embarcación rescató a los inmigrantes —entre ellos 73 menores, 67 de los cuales viajan sin acompañamiento de sus progenitores— el 10 de agosto en aguas internacionales y fue rechazada ya por las autoridades libias, informaron las ONG Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterránee, que operan el Aquarius.
La mayoría de los inmigrantes, precisan las organizaciones humanitarias, proceden de Eritrea y Somalia, y tienen pensado solicitar asilo a Europa debido a la frágil situación en sus respectivos países.
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El Aquarius desembarcó en Valencia el pasado 17 de junio con 630 inmigrantes a bordo, su desembarco fue seguido por el desembarco del Open Arms del 9 de julio en Barcelona con 60 inmigrantes, y del 9 de agosto en Algeciras con 87 inmigrantes, entre otras llegadas irregulares, siendo el episodio más importante el asalto de 600 inmigrantes a la valle fronteriza de Ceuta el pasado 26 de julio.
La reunión llegó en medio de un debate creciente sobre la inmigración en España, donde aumentó la afluencia de llegadas, y entre críticas de los conservadores del Partido Popular (PP) y liberales de Ciudadanos (C's) por la gestión de la crisis.
Tanto el PP como C's acusan al Gobierno español de no destinar suficientes recursos a los agentes fronterizos para gestionar las llegadas de migrantes.
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