De acuerdo con el medio The Economist, para lograr este hito, la compañía estatal puso el énfasis en los países que no son aliados importantes ni de EEUU ni de Rusia. Además, en abril de 2018, Rosatom comenzó la construcción de la primera planta nuclear en Turquía, con un valor de 20.000 millones de dólares.
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La compañía fabricante de reactores nucleares tiene una lista de pedidos con más de 30 nuevas plantas por un valor total de 130.000 millones de dólares, afirma el medio. Algunas de estas estaciones eléctricas ya se están construyendo, como es el caso de Bangladés, la India y Hungría.
Mientras tanto, sus competidores "se arrastran desesperadamente" tras la compañía rusa. Así, en los últimos 10 años, la francesa Orano —que previamente fue Areva— comenzó la construcción de solo dos plantas nucleares. Ambas se han retrasado y excedido sus presupuestos.
Al mismo tiempo, la compañía surcoreana Kepco se enfrenta a una fuerte oposición doméstica a la energía nuclear y la estadounidense Westinghouse recién comienza a recuperarse de la bancarrota.
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No obstante, con sus 39 centrales nucleares planificadas o bajo construcción, Rusia no tiene rivales en la exportación de tecnologías nucleares. Por su parte, el gigante asiático participa en 15 proyectos de plantas nucleares, Corea del Sur en 6, Francia en 10 y EEUU en tan solo dos.
Es un dato importante en un mundo que necesita producir cada vez más electricidad nuclear si quiere tomarse en serio el hecho de dejar de apostar por el carbón, concluye The Economist.
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