Uno de los indicios de que esto podría ocurrir es la visita del ministro de Asuntos Exteriores del país asiático, Ri Yong-ho, a Irán y su reunión con su homólogo iraní el 7 de agosto.
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Lo mismo ocurrió con el embargo que previamente EEUU impuso sobre la compra del petróleo iraní: los aliados del país norteamericano hicieron caso de la prohibición, pero China la ignoró, explica a Sputnik Jang Ji Hyang, analista surcoreana especialista en asuntos de Oriente Medio.
"Las sanciones dieron a China considerables ventajas. Al quedarse sin canales de exportación, Irán empezó a vender su crudo al gigante asiático a unos precios muy bajos", añadió.
Según cuenta Jang, este petróleo barato podrá afluir a Corea del Norte a través de China, atenuando así los efectos de las sanciones estadounidenses. Consecuentemente, la presión económica por parte de EEUU hará que los dos países sigan desarrollando su colaboración y lo hagan de manera "encubierta".
"A diferencia de los demás países, tanto Irán como Corea del Norte no anuncian los potenciales ámbitos de cooperación usando canales de comunicación oficiales o abiertos, así que todo se limitará a una demostración de relaciones amistosas", explicó.
No sería la primera vez que estos dos Estados cooperan a alto nivel, añade Jang. Según ella, previamente Irán pagaba por las armas norcoreanas que se enviaban a los militantes yemeníes. Además, el país persa compraba tecnologías nucleares y de misiles a Corea del Norte.
La analista surcoreana especialista en asuntos de Oriente Medio considera que al final estos acuerdos 'secretos' podrían ser innecesarios, puesto que EEUU será el primero en establecer un diálogo con Irán, evitando así la vuelta de un embargo total.
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Las elecciones intermedias que tendrán lugar en EEUU en noviembre podrían contribuir a la solución del problema Iraní, prosigue Jang Ji Hyang. De acuerdo con ella, Donald Trump no podrá defenderse "en dos frentes", así que tendrá que elegir entre Irán y Corea del Norte.
Además, Teherán ya demostró su habilidad de negociación, mientras que con Pyongyang el proceso sería más complicado. Por si fuera poco, la administración republicana podría usar la cooperación petrolífera entre Irán y Corea del Norte para reforzar sus posiciones, tanto internamente como en negociaciones internacionales sobre la desnuclearización.
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