Ocho cuadernos bastaron para abrir una caja de Pandora que no deja de sacudir a Argentina. En ellos, el chofer de un alto funcionario registró una presunta trama de pago de sobornos, que vinculaba al alto poder político de los Gobiernos kirchneristas (2003-2015) y el empresariado.
A primera hora de la mañana, el primo del presidente se presentó en los juzgados penales de Comodoro Py para dar su confesión como "imputado arrepentido". Según constatan varios medios de prensa locales, en su testimonio ante el juez Claudio Bonadío, el hombre de negocios admitió haber desembolsado sobornos a oficiales kirchneristas para la campaña electoral.
La obra del soterramiento fue concedida a una unión de empresas conformada, entre otras, por IECSA y Odebrecht, la multinacional en el centro de los escándalos del 'Lava Jato' a lo largo y ancho de América Latina. Se ha señalado tanto a Calcaterra como a su mano derecha, Javier Sánchez Caballero, como nexos en la operativa de la compañía brasileña en Argentina.

Su padre, Giorgio, pertenecía a una familia de latifundistas de la región sureña de Calabria. Según una crónica del diario romano Repubblica, fundó una empresa edilicia que obtuvo contratos en Italia y zonas de África bajo influencia de aquel país en las décadas de 1930 y 1940, como Túnez, Libia o Abisinia (la actual Etiopía).
En 1947, Giorgio partió hacia Buenos Aires. A los dos años hicieron lo mismo Franco, con 18 años, y sus hermanos menores, Pía y Tonino. Sin saber una palabra de español, el padre del futuro presidente comenzó a trabajar en una empresa de construcción de viviendas populares. Poquísimo tiempo después, en 1950, fundó su primera empresa y pasó de empleado a emprendedor.
Una de las empresas de este 'holding' era, precisamente, IECSA, dedicada a la construcción. En 2004, el Grupo Macri inicia un proceso para poner esta firma a la venta, junto con otras más. El comprador de esta empresa fue el sobrino (y ahijado) de Franco, Angelo Calcaterra, hijo de Pía, la hermana que vino con él desde Italia. Según el diario La Nación, la "historia oficial" del grupo Macri es que Calcaterra, arquitecto de profesión, propuso él mismo adquirir IECSA. El Franco Macri aceptó, y la transacción de 61 millones de dólares se realizó entre los años 2007 y 2015.
El periódico porteño indica que muchas personas del sector sospecharon que esta transacción se dio porque la empresa "necesitaba seguir operando durante el Gobierno de los Kirchner". De hecho, IECSA fue durante esos 12 años (2003-2015), la tercera empresa con más contratos de obra pública detrás de Techint y Electroingeniería.
Sin embargo, según un artículo de Clarín, durante la administración Macri y aún bajo la titularidad de Calcaterra, IECSA recibió "una inyección multimillonaria en pesos" para poner en marcha el soterramiento del Sarmiento, así como otras obras.
Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, jefe de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal mientras Julio de Vido era el titular de la cartera (2003-2015), escribió en sus cuadernos un raconto minucioso de los trayectos en los que supuestamente llevaba bolsos con dinero en efectivo aportado por empresarios a las más altas esferas, en muchos casos a cambio de licitaciones.
Pero en sus declaraciones en Tribunales, de acuerdo con el diario Clarín, Calcaterra aseguró que debió aportar en negro fondos para las campañas de 2013 y 2015 del Frente para la Victoria (el partido de los Kirchner) no para obtener a cambio obra pública, sino para liberarse del "apriete constante que sufría la empresa" debido a su vinculación con la familia Macri.

No obstante, las fuentes de Clarín indicaron que Calcaterra declaró un monto pagado a los funcionarios "mucho menos", aunque resaltó que lo que figura en los cuadernos es cierto. El juez Bonadío homologó los acuerdos de colaboración de los empresarios que accedieron a testimoniar y el primo del presidente fue eximido de la prisión.
La jugada de Calcaterra y los empresarios es victimizarse para que se les apliquen la figura de "exacciones ilegales", según la cual la pena es para el funcionario público que recibe el soborno, pero no para la "víctima".
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Mauricio Macri y Calcaterra se criaron juntos y, según una nota de la revista Noticias de marzo de 2018, "cada 15 días o una vez por mes, Angelo suele almorzar con su primo". La prensa da cuenta de que el imputado arrepentido llamó a la Quinta de Olivos para anunciar su presencia en Tribunales, que no se dio debido a una presión del mandatario.