"Todo comenzó con un pastor australiano. Yo quise tener uno, pero mi marido no estaba listo para una mascota, así que me hice uno de tela", cuenta la artista.
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Más tarde, lo puso a la venta en su tienda online de artículos hechos a mano y empezó a recibir pedidos. Según cuenta Linda, muchas veces los dueños le piden las copias de sus mascotas para memoriales.
"Me encanta captar sus emociones. Muchos me dicen que realmente reflejo sus ojos y esto es difícil. Si no tienes los ojos perfectos, del mismo tamaño y forma, ya no es ese perro", cuenta la artista.
Las emociones de los dueños de las mascotas son una motivación para Linda Facci, quien dice que muchas veces recibe comentarios emocionantes de sus clientes que a veces, incluso, se echan a llorar al ver las miniaturas.
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