"El hombre tenía un objeto parecido a un arma, la policía considero que la situación era peligrosa y abrió fuego", expresa el documento.
Al marcharse de la casa el joven llevó consigo una pistola de juguete.
La policía lo vio en el centro de Estocolmo y estimó que sus acciones representaban una amenaza, al considerar que portaba una pistola de verdad.
El joven recibió un impacto de bala en el abdomen, tras lo cual falleció en el hospital.
"Tocaron a mi puerta, eran dos policías que me contaron que tres policías dispararon contra mi hijo; no uno, no dos, tres le dispararon directo a la barriga", relató la madre del muchacho.
El jefe de la dirección regional de la policía, Ulf Johansson, citado en el comunicado, aseveró que "es una tragedia para todos, y asumo con gran comprensión y respeto que este hecho genere una gran indignación".
La Fiscalía de Suecia informó que ninguno de los policías implicados en el incidente fue detenido.
El canal de televisión SVT indicó que durante el año pasado solo una persona falleció a consecuencia de disparos de la policía, mientras que este año la cantidad se elevó a seis.