"Las muertes se produjeron por una disputa de rutas de narcotráfico, tanto doméstico, en Colombia, como relacionadas con rutas en Venezuela para el tráfico de cocaína", dijo Villegas, citado por la emisora local Blu Radio.
Las dos hipótesis que manejan las autoridades es que la masacre fue cometida por grupos disidentes de la desmovilizada guerrilla que intentan controlar ese territorio o por miembros del ELN (Ejército de Liberación Nacional), que atacaron a esos grupos.
"Sin embargo, pudo ser en medio de la antigua confrontación entre ELN y "Los Pelusos" (como también se denomina al grupo Ejército Popular de Liberación)", aseguró Villegas.
Según versiones de los pobladores, varios hombres armados con fusiles llegaron a un establecimiento de juegos de billar en el municipio de El Tarra, en la la convulsa región del Catatumbo, y atacaron a algunas personas que estaban en el lugar.
Las autoridades de Norte de Santander ofrecieron una recompensa de cien millones de pesos (unos 35.000 dólares) a quien entregue información que permita dar con el paradero de los responsables de la masacre.
Por su parte, el ELN y el EPL negaron su responsabilidad en el crimen a través de sendos comunicados.
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