"La Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en un nivel de 7,75%", consignó el organismo autónomo del Estado en su análisis, en el que justifica su primera decisión monetaria después de las elecciones presidenciales y legislativas del 1 de julio pasado.
La institución considera que el comportamiento reciente de la economía, y en particular "la naturaleza de los choques que han afectado recientemente a la inflación es de carácter transitorio, y que la tendencia esperada de la inflación subyacente (que suprime la volatilidad estacional de los precios) continúa siendo descendente".
"Es previsible que en 2018 el crecimiento del Producto Interno Bruto se ubique en la parte inferior del rango previsto (2 a 3%)", pronostica el banco central.
La economía mexicana registró una contracción de 0,1% en el segundo trimestre de 2018, y en comparación anual tuvo un crecimiento real de 1,6% con respecto al mismo trimestre de 2017.
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Ese comportamiento revela "una reversión del dinamismo que había mostrado la inversión en construcción y un debilitamiento de las exportaciones", indica el documento.
Otra de las razones es que, contrario al comportamiento de las economías emergentes, desde la anterior decisión de política monetaria, "el peso mexicano presentó una apreciación y una disminución en su volatilidad".
Expectativas ante el TLCAN
Este escenario reflejó "una menor incertidumbre a partir de la elección (que ganó el izquierdista Andrés Manuel López Obrador), así como una mejoría en las perspectivas de la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN)".
Sin embargo, el mismo documento advierte que el escenario anterior continúa sujeto a riesgos y a una marcada incertidumbre, aspectos relacionados con presiones eventuales a la cotización de la moneda nacional frente al dólar, que registró en julio pasado, tras los comicios, su mejor avance mensual en 15 meses.
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Entre las causas, Banxico menciona "el entorno de mayores tasas de interés externas y de fortaleza del dólar", así como "elementos de incertidumbre que persisten tanto en el ámbito externo como el interno, entre los que destaca la renegociación del TLCAN", acotó.
La decisión de la institución estatal mexicana se coloca en línea con la Reserva Federal (Fed, banco central de EEUU), que mantuvo el 1 de agosto sin cambios su tasa de referencia en un rango de 1,75 a 2%.
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La Junta de Gobierno de Banxico solo ha incrementado la tasa de interés dos veces en 2018, en febrero y en junio.
Los incrementos se multiplicaron desde el año 2016, debido a que comenzó a perderse la meta de inflación anual, de 3%, tras el fin de los subsidios a los combustibles en enero de 2017, y a una depreciación del peso mexicano ante el dólar.
