Simpatizantes de Assange temen por el deterioro de su salud

Butlin forma parte del batallón internacional de activistas que defiende y respalda al fundador de Wikileaks desde el mismo día en que entró en la legación del barrio londinense de Knightsbridge en junio de 2012.

Este 16 de agosto, ella y otros simpatizantes quieren marcar el sexto aniversario del asilo político concedido por el anterior Gobierno ecuatoriano con una gran concentración ante su refugio de Londres.

"La salud de Julian Assange se ha deteriorado estos años de 'arresto arbitrario' y Reino Unido debería garantizarle la libertad de tránsito", clama Butlin haciendo referencia al informe de la Oficina del Alto Comisionado en Derechos Humanos de la ONU.

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La activista de cuna griega reprocha a Reino Unido por "no reconocer" la condición de asilado del informático australiano "ni aceptar" la resolución de las Naciones Unidas.

"Julian Assange tiene motivos para continuar dentro de la embajada y necesita el asilo político para proteger su vida", resalta la activista en derechos humanos en su última jornada de protesta antes de partir de vacaciones a Grecia.

El secretario de Estado para las Américas, Alan Duncan, ha confirmado la "inquietud" del Gobierno británico por la salud del patrón de Wikileaks, quien está prácticamente incomunicado dentro de la embajada desde el pasado marzo.

Assange perdió sus hilos de comunicación con el exterior a raíz de unos comentarios que hizo en Twitter sobre Cataluña, según recordó el colectivo independentista Comité de Defensa de la República (CDR) que se manifestó frente a la embajada de Ecuador la última noche de julio.

"Es una muestra de agradecimiento por los tuits que difundió denunciando la represión del Estado español contra el pueblo catalán", explicaba a esta agencia una de las manifestantes que se identificó como María Pérez.

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Una treintena catalanes se unió al rally de solidaridad que se forma casi a diario frente al edificio de ladrillo rojo que se levanta en la parte trasera de los lujosos almacenes Harrods.

Ondeaban banderas republicanas de Cataluña y lucían caretas blancas con lazos de plástico amarillos cruzados en aspa sobre los labios en "símbolo del silencio impuesto a Assange por criticar la represión" en España, según la activista del CDR.

"Cataluña no te olvidará, gracias por todo, te apoyamos en tu proceso, ¡suerte!", gritaban.

Los policías uniformados han desaparecido del entorno de la sede diplomática pero la vigilancia se mantiene intensa, de acuerdo con los manifestantes.

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Uno de ellos, Ciaron O´Reilly, cumple este 1 de agosto su onceava jornada de vigilia permanente en la esquina opuesta del mismo edificio.

De cuna australiana, pacifista y veterano del movimiento obrero católico, ha montado un pequeño altar en la calle con fotografías, velas y una nota que reza: "Pedid al Papa Francisco que acompañe a Assange a la seguridad".

"Estaré aquí hasta el final", sonríe antes de enumerar batallas y lazos que le conectan con su compatriota de la provincia de Queensland.