Según el medio Aviation Week & Space Technology, Israel está dividiendo sus fuerzas aéreas en dos categorías: aviones capaces de alcanzar objetivos justo al otro lado de sus fronteras en el Líbano y Siria, y aviones que puedan alcanzar blancos distantes pero importantes como Irán.
Israel lleva casi 40 años usando el F-15, fue uno de los primeros países en recibirlo y el primero en utilizarlo en acción. El F-15 proporciona una combinación de potencia y alcance que permite a Israel atacar objetivos fuera del alcance de la mayoría de aeronaves.
Mientras tanto, el F-35 puede aportar poco al potencial de Israel. El inconveniente principal de este aparato es que a pesar de los modernos sistemas de comunicación, sensores y equipos electrónicos, tiene una carga de bombas relativamente pequeña. Los ingenieros israelíes están con las manos atadas en sus deseos de modernizar el avión.
Europa empieza a dar la espalda a los F-35 https://t.co/kMnLw2MX8o
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 27, 2018
Por lo tanto, es posible que Israel prefiera suspender la compra del F-35 y se limite a adquirir 50 aviones. Los 25 aparatos restantes solo serán encargados cuando tenga más unidades del F-15. En concreto, el país prevé comprar entre 20 y 25 nuevos F-15 2040C.
Los modernos cazas furtivos, en particular el F-35, no son capaces de solucionar todas las tareas de la guerra aérea. Hay ocasiones en las que una aeronave más antigua pero debidamente actualizada es realmente preferible. En los próximos años, las fuerzas aéreas serán una mezcla de aviones furtivos y convencionales que se complementarán entre sí, concluyen los autores.
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