Algunas naciones han comenzado a repatriar el oro del exterior o comprar activamente el metal precioso en los últimos años. El año pasado, el Banco Central alemán (Bundesbank) recuperó 674 toneladas de reservas de oro mantenidas en París y Nueva York. Asimismo, los medios turcos informaron que en 2017 Ankara repatrió 220 toneladas de oro, respondiendo al llamado del presidente Recep Tayyip Erdogan "para deshacerse de la presión del tipo de cambio y para usar el oro frente al dólar".
Rusia —que actualmente es el número cinco entre los países con mayores reservas de oro con casi 2.000 toneladas— ha sido el mayor comprador de metales preciosos en los últimos seis años. En 2017, el Banco Central del país compró 224 toneladas de lingotes con otras 106 toneladas compradas en los primeros seis meses del año en curso. El Banco de Rusia explica la estrategia como parte de la diversificación de las reservas del país, lejos del dólar estadounidense.
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Los analistas apuntan que para el desarrollo del sistema financiero no hay mejor alternativa que el oro. Su acumulación protege tanto contra los riesgos cambiarios como contra sanciones, además de brindar la opción de obtener beneficios con su tipo de cambio.
Cualquier moneda, ya sea el dólar o el euro, está muy cargada de deudas. En caso de colapso del sistema del dólar, el oro mantendrá su valor.
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"Estoy seguro de que el 'reset' mundial se producirá cuando los gobiernos tengan que deshacerse de sus deudas. Entonces, lo respaldarán todo con el precio del oro. Es por ello que países como Rusia y China están acumulando oro. Saben lo que puede ocurrir en pocos años", señaló Keith Neumeyer, presidente de First Mining Gold.