De hecho, prácticamente toda la comida que comemos podría considerarse procesada puesto que este nombre se da a todos los alimentos que hayan sido alterados de cualquier modo.
Por lo tanto, incluso una ensalada fresca sería un alimento procesado, puesto que las verduras fueron cortadas. Del mismo modo las salchichas o las pizzas son comida procesada.
No obstante, las comidas procesadas no son todas iguales y las hay que incluso pueden formar parte de una dieta saludable.
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Así, el medio Daily Mail cita a investigadores brasileños que inventaron el sistema de clasificación NOVA. Se trata de un método para clasificar los alimentos en cuatro grupos dependiendo del grado de alteración que sufren.
Al primer grupo pertenecen los alimentos menos procesados y los que no son alterados. Por ejemplo las frutas, verduras, carne, pescado, huevos, leche, arroz y pasta.
En el tercer grupo encontramos productos procesados a los que se añadieron algunos ingredientes como las verduras, las judías y el pescado en lata, los frutos secos o el queso.
Por último, el cuarto grupo consiste en los alimentos 'ultraprocesados': las salchichas, los platos precocinados, las pizzas, las salsas, el pan fabricado en masa, la margarina, los cereales, las tartas y el chocolate. Precisamente los productos del cuarto grupo son los menos recomendados por los especialistas.
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Sin embargo, su peligro proviene no tanto de los conservantes, colorantes o aromatizantes. De acuerdo con el medio, el mayor problema de estos alimentos es que suelen contener grandes cantidades de azúcar, sal y grasas saturadas. Al mismo tiempo les faltan proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
Así, dependiendo de los ingredientes las comidas precocinadas, pizzas, patatas, pescados congelados y otros productos pueden ser una buena elección para llevar una dieta sana.
Además, los especialistas destacan que estos productos tienen una ventaja: suelen estar divididos en unas porciones muy concretas, lo que nos facilita la tarea de poner un límite a la cantidad que consumimos.
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