Bastrikin recordó que hubo hipótesis de un supuesto envenenamiento de Alejandro III, por lo cual los investigadores decidieron verificar esa versión mediante un análisis de muestras de pelos del emperador extraídas durante su exhumación.
"Las tecnologías modernas, mediante análisis de pelos, permiten identificar post mortem presencia de venenos y otras substancias peligrosas en el organismo humano incluso pasado un siglo y los resultados de este examen refutaron la versión sobre el envenenamiento del emperador", dijo el jefe del órgano investigador al periódico Izvestia.
El emperador Alejandro III fue conocido con el sobrenombre de el Pacificador por su política pacifista.