"La embajada envió una nota oficial en la que exige confirmar o desmentir si se entregó a Estados Unidos u otros países o particulares información sobre la marcha de la investigación en Salisbury", dijo a Sputnik el portavoz de la misión diplomática rusa en Londres.
Al mismo tiempo, las autoridades británicas se niegan a compartir con Rusia cualquier información sobre la marcha de la investigación en Salisbury.
"Sorprende que con tanto secretismo en torno a la investigación, los autores del artículo citan a un exfuncionario estadounidense conocedor de la marcha de la investigación", indicó el portavoz.
Se impone la conclusión —agregó— de que el Reino Unido entregó información confidencial y sensible a particulares que no tienen ningún derecho de acceder a esos datos.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación.
Moscú rechaza tajantemente las acusaciones al calificarlas de infundadas.
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Según la Cancillería rusa, se enviaron decenas de notas al ente homólogo británico con solicitudes de acceso a la investigación y propuestas de colaborar en las pesquisas, pero todas fueron ignoradas.