Fuentes cercanas al proyecto comunicaron al periódico The Wall Street Journal que usar el crudo de la reserva estratégica de petróleo no es una medida inminente y, de hecho, las autoridades estadounidenses solo han recurrido a él en épocas de guerra.
Hasta ahora, EEUU ha recurrido a estas reservas solo tres veces y en todas estas ocasiones lo ha hecho en coordinación con la Agencia Internacional de la Energía. El caso más reciente ocurrió en 2011, en plena Primavera Árabe.
Previamente los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se comprometieron a producir más curdo para satisfacer la creciente demanda en el mercado. Sin embargo, la implementación de esta medida sigue generando preguntas en EEUU acerca de si el nuevo petróleo será suficiente para satisfacer las necesidades existentes.
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Según el medio, los últimos descensos de suministros de petróleo han sido provocados por el colapso de la economía de Venezuela. Además, en EEUU hay voces que apuntan a que esta propuesta está relacionada con la decisión de Washington de volver a sancionar a Irán y con el cese de las exportaciones de crudo procedentes del país persa.
En los últimos meses Trump ha acusado a la OPEP de contribuir a la subida de los precios del crudo, y exhortó a que el cartel de productores de petróleo aumentara su producción.
Además, fuentes cercanas al debate en el seno de la Administración Trump acerca del uso de la reserva estratégica de petróleo declararon a WSJ que la apertura y venta de una parte de estas reservas dependerá de una futura subida de precios. Es decir, esta se realizará en caso de que los precios del 'oro negro' suban más de un 10%.
Asimismo, el desellado sería efectuado solo si queda claro que Arabia Saudí, Rusia y otros grandes productores de petróleo no son capaces de compensar la falta de crudo en el mercado mundial ante un eventual descenso de la producción en Venezuela e Irán.
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