"No tiene sentido pensar ahora en un proceso de regularización" generalizado para inmigrantes y refugiados, aseguró Rumí citada por la Cadena Ser.
La secretaria de Estado para las Migraciones señaló que "hay que cumplir los acuerdos bilaterales", por lo que "no se dará ningún paso atrás" y seguirán la expulsión de inmigrantes, a pesar de las quejas de las ONG.
La alta funcionaria comparó la situación actual con el proceso de regularización de migrantes durante el Gobierno de José Luiz Rodríguez Zapatero, cuando se modificó la ley para dejar "vías abiertas para que pudieran entrar de una manera legal en nuestra sociedad".
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Entonces, dijo Rumí, la regularización sirvió para que más de 500.000 inmigrantes entrasen en el mercado laboral español, porque lo exigían las empresas.
Con todo, adelantó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez imprimirá un giro a las políticas migratorias, que el anterior Gobierno abandonó "por falta de interés".
Este cambio de política, explicó, pasará por "una canalización ordenada de los flujos migratorios que ponga el acento en la integración y en la cooperación reforzada con los países de tránsito y origen".
Agregó que el Gobierno español "reforzará todos los mecanismos de acogida" que calificó de "insuficientes".
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En lo que va de 2018, informó Rumí, se llevaron a cabo ya "más de 30.000 solicitudes de asilo y a final de año podríamos llegar a más de 40.000".