La Declaración Conjunta de Paz y Amistad acordada por el presidente de Eritrea, Isaías Afewerki, y el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, incluye respetar las fronteras establecidas en el Acuerdo de Argel de 2000, que acabó con las hostilidades entre ambos países.
Eritrea era una entidad autónoma federada de Etiopía, anexada en 1962 por el emperador etíope Haile Selassie I. Luego de casi 30 años de guerra contra el poder central, Eritrea expulsó en 1991 a las tropas etíopes y declaró su independencia en 1993.
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La independencia de Eritrea dejó a Etiopía sin salida al mar y la obligó a apoyarse casi exclusivamente en Yibutí para su comercio marítimo. Las disputas fronterizas llevaron a los dos países a una guerra entre 1998 y 2000 que dejó 80.000 muertos.
Etiopía y Eritrea firmaron un acuerdo histórico que puso punto final "al estado de guerra" pic.twitter.com/N7Q0FXLZ18
— JustNewsJustWork (@JustNewsAndWork) 10 июля 2018 г.
El Acuerdo de Argel, firmado en 2000 para acordar las líneas fronterizas nunca ha sido cumplido plenamente. Así, cuando la Comisión de Frontera de Eritrea y Etiopía decidió conceder a Eritrea la ciudad de Badme, epicentro de la guerra, Etiopía se retractó de su compromiso.
El Acuerdo de Argel es impopular en Etiopía, donde muchos ciudadanos se creen traicionados por el Gobierno después de que su país ganara la guerra con Eritrea.