A raíz de esta situación, en 1956 nace la Liga de la Leche, una organización que se fundó para recuperar la importancia de la lactancia materna. Para ello la asociación proporciona información, apoyo y estímulo a todas las mujeres/gestantes que deciden amamantar a sus hijos.
"El marketing había logrado convencer a las madres y a los médicos de que eran mejores las leches artificiales, que la leche humana. De ahí partimos. Un grupo de mujeres que descubrió que esto no ser cierto, que tenían ganas de amamantar, y que eso era lo más sano para sus bebés", contó a Sputnik Cecilia Karplus, de la Liga de la Leche de Argentina.
Actualmente la Liga de la Leche está presente en más de 86 países, y cuenta con un consejo consultor profesional formado por más de 50 especialistas en pediatría, obstetricia, nutrición, psicología administración y derecho.
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El foco de la organización está en acompañar a las mujeres que tienen la posibilidad de amamantar. Otro caso es aquel en el que la gestante por un tema de salud personal o del bebé tiene indicado la leche de fórmula. En esa situación no se cuestiona el uso del complemento.
En los últimos años La Liga cambió su manera de concientizar sobre lo que significa la leche materna para un recién nacido.
"Ya no hablamos de los beneficios, ahora solamente hablamos de los riesgos de no amamantar. Porque queremos poner el acento en la naturalización de la lactancia. O sea que lo natural, lo esperable y previsto por la naturaleza, es que los bebés humanos tomen leche humana", explicó a Sputnik, Karplus.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, luego seguir en paralelo con la introducción de alimentos apropiados para la edad, y el mantenimiento del amamantamiento hasta los dos años o más.