Anteriormente se festejaba así el Solsticio de Verano del 21 de junio, pero con la adopción del calendario juliano su fecha cambió al 7 de julio.
Más: La antigua Bielorrusia, la cuna de la lujuria frente a la puritana Europa
Con el tiempo, Iván Kupala perdió su significado ritual, pero todavía disfruta del amor de la gente debido a los bonitos ritos que lo acompañan. Tradicionalmente, la fiesta está caracterizada por grandes hogueras cerca del agua. El fuego y el agua son los principales símbolos de este día.

La noche del 6 al 7 de julio se conoce como la noche de Agrafena Kupálnitsa. En este día los antiguos eslavos recogían el rocío de los campos porque creían que lavarse en el rocío les ayudaría a adquirir belleza, salud y juventud durante todo el año.

Una de las leyendas más famosas dice que es en la noche de Iván Kupala cuando florecen los helechos en el bosque, marcando los sitios donde se encuentran tesoros enterrados. No obstante, en realidad, los helechos no pueden florecer —ni siquiera un día al año—.

Respecto al nombre de la fiesta, existen varias conjeturas. La más popular dice que Kupala es el equivalente a Bautista en ruso, ya que el verbo 'kupat' significa 'bañar en el agua', que según la tradición cristiana es lo que Juan el Bautista hizo con Jesucristo al bautizarlo.

En la actualidad, la fiesta se celebra saltando sobre las hogueras y bañándose en los ríos, lagos y cualquier otro depósito de agua accesibles. Con motivo de la festividad también se forman coronas de flores para adornar la cabeza y se llevan vestidos tradicionales eslavos.