Tras la tragedia los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez fueron decretados por el Gobierno guatemalteco en estado de calamidad. La atención de los grandes medios occidentales se volcó en la catástrofe y en toda la ayuda internacional que llegaba desde diferentes latitudes, pero Cuba parecía que no reaccionaba.
"Desde el inicio de la tragedia los médicos cubanos han estado prestándose ayuda y han atendido a los damnificados en los diferentes centros que se han habilitado para el tratamiento", dijo a Sputnik Yuri Batista Varela, Jefe de la misión médica cubana en Guatemala.
"Desde que se informó por las cadenas de televisión y por radio la situación del volcán, ellos mantuvieron la disposición de mantenerse en sus lugares de trabajo en coordinación con las autoridades del departamento para asistir a los damnificados que fueran llegando", informó Batista.
Unos días después, a solicitud del ministro guatemalteco de Salud Pública, Cuba envió otros 20 especialistas en medicina general integral, pediatría y epidemiología quienes se incorporaron a la atención pública en otros departamentos del país centroamericano.
"Los especialistas cubanos mantienen una presencia constante en cuatro albergues de Escuintla que en un inicio tuvieron contenían más de 1.600 evacuados", aseguró Batista.
Cuando comenzó el trabajo con los damnificados y se habilitaron los albergues, las condiciones de hacinamiento y de higiene no eran lo más adecuado. "Entonces una de las acciones fundamentales estuvo dirigida a tratar de mejorar estas condiciones", dijo el jefe de los galenos cubanos.
Según cuenta Batista, en un inicio hubo personal médico de otros países pero los cubanos estaban disponibles las 24 horas del día ofreciendo asistencia a los damnificados.
En estos momentos se mantiene ese mismo régimen de trabajo aunque ha disminuido la cantidad de personas que se atienden diariamente, "la morbilidad ha ido bajando pero el personal se mantiene en sus puestos de trabajo", aseguró el directivo.
"Hicimos un levantamiento con los compañeros de epidemiología para saber cuál era la situación real en estos lugares y realizar acciones encaminadas a mejorar las condiciones y las medidas han dado sus resultados", explicó Batista.
Pero aunque los médicos cubanos en Guatemala no estén en la agenda de los grandes medios occidentales, las pequeñas muestras de apoyo que llegan han salvado el propósito de ayudar al pueblo de ese país.
"Al doctor guatemalteco Ricardo Arriaza y al personal de Club Rotario Escuintla debemos agradecerle todo el apoyo que nos han brindado y reconocer que si hoy estamos realizando este trabajo en las condiciones que tenemos, es por la ayuda que nos prestaron", expresó Batista.
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Hasta la fecha suman 332 los desaparecidos por la erupción del Volcán de Fuego en los departamentos de Escuintla y Sacatepéquez, según el último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala.
Algunas de las comunidades adyacentes al volcán quedaron totalmente tapadas por el lodo y la lava. Según cifras oficiales 113 personas fallecieron y miles resultaron desplazadas.