Guatemala y la maldición de fuego que baja desde las cimas
Guatemala integra el Cinturón de Fuego del Pacífico (CFP), una zona volcánica que se formó a consecuencia del movimiento de placas tectónicas. Eso genera que se registre una altísima actividad sísmica y volcánica. En el último año el país cuenta con tres volcanes activos: Pacaya, Santiaguito y Fuego.
"Centroamérica es parte [del CFP] debido a que tenemos una subducción, la interacción de una placa oceánica que subduce a una placa continental. Es por eso que nosotros [Guatemala] tenemos la formación de nuestro arco volcánico", explicó a Sputnik Dulce González, geóloga del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología de Guatemala.
El 3 de junio la erupción del volcán Fuego mostró el poder que tiene este tipo de estructura geológica. Durante días las columnas de cenizas y flujos de lava terminaron provocando la muerte y desaparición de decenas de personas.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres informó que se mantiene el monitoreo sobre el volcán, ya que continúa generando desgasificación y columnas de ceniza que alcanzan los 4.300 metros de altura sobre el nivel del mar.
Según señaló la investigadora guatemalteca, aún siguen bajando correntadas con materiales muy peligrosos, sobre todo debido que es época de lluvia.
"De las principales amenazas que tenemos es la de los lahares. Son fenómenos que ya se están dando. Son corrientes de material volcánico que descienden en forma de correntada, debido a la precipitación que se acumula áreas arriba del volcán", indicó González.