Así, el submarino alcanzó en 1970 una velocidad de 44,7 nudos —80 km/h—. A día de hoy, ni siquiera los submarinos modernos, cuya velocidad media ronda los 30 nudos, lograron batir el récord.
El Anchar estuvo en servicio durante 20 años, hasta que en 1988 fue retirado del servicio en las Fuerzas Navales. Después sería desechado en el 2010. El mítico submarino ya no está, pero ha dejado un importante legado tecnológico.
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En una entrevista para Sputnik, el editor jefe de la revista Export Vooruzheni, Andréi Frolóv, aseguró sobre el K-162:
"Para aquellos tiempos era algo muy serio, y el submarino se usó para ensayar distintas soluciones técnicas. Podemos estar orgullosos de los logros tecnológicos. Se mejoraron tecnologías de reactores y de producción del casco de titanio. Aprendimos mucho con esta nave", dijo.
De hecho, según cuenta el columnista del medio Expert Vadím Ponomariov, más de 400 soluciones técnicas completamente revolucionarias vieron la luz con el K-162. Los avances tecnológicos alcanzaban todos los aspectos del aparato, cuenta el especialista.
La innovadora nave fue el primer portador de misiles de crucero lanzados desde debajo de la superficie del agua: los P-70 Ametist. Ponomariov destacó que estos proyectiles también fueron los primeros del mundo con esta capacidad.
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También se lograron importantes avances en la construcción de sus motores, activados por dos reactores nucleares y capaces de desarrollar 40.000 C.V. de potencia cada uno. De este modo, el Anchar tenía el doble de potencia que cualquier otro submarino de aquella época, subraya el especialista.
No obstante, la mayor innovación del K-162 Anchar fue su casco de titanio, un material destacable por su rigidez, ausencia de imanación y resistencia a la corrosión. Pero en aquellos tiempos no existían tecnologías para fabricar y soldar partes de titanio de gran tamaño, prosiguió Ponomariov.
"Por ello se transformó radicalmente toda la industria soviética de titanio para construir este submarino con una longitud de 120 metros".
"Según algunos datos, el coste del primer submarino de esta clase era del 1% del PIB anual de la URSS de la década de los 60", concluyó Ponomariov.
De hecho, el K-162 Anchar fue apodado 'pez dorado' por su alto coste de producción, que principalmente se derivaba de su casco de titanio.
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