"No habrá medidas nacionales unilaterales, no habrá rechazos unilaterales para la entrada en la frontera, en cambio se establecerá un procedimiento acelerado de la consideración (de solicitudes) en la frontera", declaró tras una reunión con los líderes de otros partidos que forman el Gobierno.
El 2 de julio la canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro del Interior, Horst Seehofer, llegaron a un acuerdo sobre la migración, problema que amenazaba con poner fin a la coalición gobernante de Alemania entre la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) de Seehofer y Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel.
El acuerdo propuso detener a los solicitantes de asilo ya registrados en otros países de la UE que intenten ingresar en Alemania.
Según el documento, estas personas deberían permanecer en los llamados centros de tránsito, que se establecerían en la frontera entre Alemania y Austria, y serían enviadas de vuelta a los países donde fueron registrados.
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Sin embargo, Nahles indicó que su facción no apoya la idea de crear "campos cerrados" para los refugiados en la frontera germano-austriaca, e insistió en una solución europea del problema.