"Consideramos que la gente [migrantes] de Alemania debe ser devuelta a Grecia y no a Hungría", señaló el jefe de Gobierno, al indicar que aunque su país inscribe a los migrantes, no es el punto de ingreso a la UE.
Según el primer ministro, los migrantes solo pueden llegar a Hungría a través de Grecia y en menor medida, a través de Bulgaria.
Orbán recordó que su país erigió una cerca en la frontera sur para "recuperar el control territorial de su propio Estado".
El jefe del Gobierno subrayó que, de este modo, Hungría protege a Alemania del flujo de migrantes, lo cual es un acto de solidaridad.
"En el tema de la migración, Alemania y Hungría ven el mundo de modo diferente, tienen disímiles puntos de vista, pero aspiramos a [mantener] la colaboración", aseguró.
Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones, un total de 45.808 migrantes y refugiados ingresaron a Europa por el Mediterráneo en la primera mitad de 2018.
El 36% de ellos alcanzaron Italia y el resto llegaron a Grecia (29), España (34), Malta y Chipre (menos de 1%).