El astillero, que en la época de la URSS era la insignia de la construcción naval ucraniana, desde hace mucho tiempo pasa por tiempos difíciles. En 2015, con el objetivo de recuperar financieramente la empresa, se introdujo un procedimiento para la rehabilitación del mismo. Sin embargo, el sistema de medidas para restaurar la solvencia económica del deudor no pudo evitar su quiebra, informó el ente.
Vladímir Valuev, excomandante de la Flota del Báltico de Rusia, considera que la renuencia de los líderes ucranianos a cooperar con Rusia es la causa del estado deplorable de muchas empresas del país. La bancarrota del astillero del Mar Negro puede considerarse un resultado natural de tal política, afirmó a Sputnik.
"Esta es la tendencia general del país: viven en deuda, piden ayuda a los estadounidenses y etcétera, ya no hay construcción, el astillero ya no es económicamente rentable. El resultado es completamente natural", dijo Valuev.
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