Los expertos llegaron a la desalentadora conclusión tras analizar los procesos en las bolsas mundiales, que resultaron ser parecidos a los de 1998, según explica Bloomberg.
"El crecimiento sostenible de la economía estadounidense, el equilibrio de las curvas de rendimiento de los bonos, la caída de los mercados en los países emergentes… todo esto se parece a los acontecimientos de hace 20 años", declaró el principal analista de inversiones de Bank of America, Michael Hartnett.
Fue en la década de los 90 cuando el dólar se fortaleció y se revalorizó un 25%. Mientras tanto, los mercados en desarrollo estaban en recesión, al igual que hoy en día.
"Ellos [los analistas de Bank of America] escribían sobre los ciclos de 10 años, y aquí tienen razón. Se puede agregar que normalmente, durante el final del ciclo, suelen subir los precios del combustible, en particular del petróleo, y es esto lo que observamos ahora (…) pero es más probable que la crisis no tenga lugar durante este año", según explicó a Sputnik.
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En cuanto a los precios del petróleo, Drozdov señaló que a finales de 2017 o a principios de 2018, estos podrían alcanzar 90 o hasta 100 dólares por barril Brent. Entre otros factores principales que podrían desencadenar la crisis, el analista destacó la deuda de las empresas estadounidenses.
Drozdov agregó que, una vez que se produjera la crisis, la economía rusa también se vería afectada por los procesos globales.
"Si surge una crisis global, nuestro mercado emergente a lo mejor estará cayendo aún más rápidamente", advirtió.