Al hablar de las cosas que más le impresionaron en Rusia, el también inversor, destacó que en las provincias rusas han conservado numerosos rasgos tradicionales a pesar de la turbulenta historia del país.
El interlocutor del periódico observó que la mentalidad tradicional en las provincias afecta también al consumo de distintos productos en las regiones interiores. Así, los lugareños suelen consumir en mayor medida lo que se produce precisamente en la zona.
A este respecto, Kazmierowski concluyó que las principales atracciones turísticas en las provincias rusas son la auténtica comida local, la hospitalidad de la gente y además, la 'bania' o sauna rusa.
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Tradicionalmente, la 'bania' es una construcción de madera, ubicada junto a un río o un lago. El proceso consiste en permanecer en la zona de calor unos minutos y luego bañarse en agua fría, independientemente de que haga +35 o —35 grados centígrados.
"En general, las provincias rusas no son como la Provenza o la Toscana, de las que se puede hacer una idea con todos los sentidos. Hay que pasar un tiempo en Rusia y olvidarse de los acontecimientos políticos para sentir y comprender cómo es el país", contó.
Por muy conocidos que sean los destinos turísticos como Moscú o San Petersburgo, Kazmierowski no pasó por alto lugares menos famosos, pero verdaderamente únicos por su naturaleza como la república de Altái, el lago Baikal, la península de Kamchatka y otros.
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"Rusia es un paraíso para los turistas que quieren estar en contacto con una naturaleza intacta por los humanos", agregó.
No obstante, objetos de la cultura material se pueden encontrar en los museos, y además en las grandes ciudades hay mucha vida cultural, que se refleja, por ejemplo, en la cantidad de buenos teatros.
En lo tocante a la actitud de los rusos, el escritor destacó la extraordinaria hospitalidad de la población que reside mayoritariamente en su disposición a sacrificar su tiempo para ayudar al turista.
"Si un turista le pregunta por cualquier lugar a un ruso, este seguramente le acompañará, aunque esté al otro lado de la ciudad (…) Si pregunta dónde se puede alquilar una habitación, el ruso le aconsejará que se instale en la casa de su familiar o vecino, ya que son gente generosa y honesta".
Al mismo tiempo, Kazmierowski destacó que los rusos suelen ser bastante cautelosos, por eso es poco probable que se sinceren demasiado con un recién conocido.
Al concluir la entrevista, el empresario polaco observó también que cada vez más jóvenes rusos se gradúan en universidades occidentales. A este respecto, espera que al volver a su país, los recién licenciados contribuyan el desarrollo de su civilización y puedan enriquecerla con la experiencia obtenida.
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