Los resultados de las investigaciones son prometedores para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento energético más eficientes. Este nuevo material está en forma de láminas de espesor atómico y tiene átomos de antimonio, mientras que en el grafeno son átomos de carbono.
Los autores son científicos de tres grupos de investigación: de Nanomateriales, dirigidos por Félix Zamora; de Sensores y Biosensores, que dirige María Encarnación Lorenzo; y de Electroquímica que dirige Craig Banks en la Universidad Metropolitana de Manchester (Reino Unido).
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"Esta colaboración nos ha permitido descubrir las increíbles propiedades que presenta el antimonene para el almacenamiento de energía, al ser empleado para la fabricación de supercondensadores (dispositivos capaces de almacenar grandes cantidades de energía eléctrica en forma de cargas electrostáticas y cederla rápidamente en el momento necesario)", afirmaron los autores a Notimex.
Destacaron que los resultados de las pruebas realizadas para estimar la capacidad de almacenar y liberar energía rápidamente por parte del antimonene, son "extraordinarios".
Estas propiedades convierten al antimonene en un excelente candidato para futuras investigaciones en el campo del almacenamiento de energía. En un futuro, los especialistas confían que podría emplearse en el desarrollo de dispositivos de uso cotidiano, como motores de vehículos eléctricos o baterías de larga duración de pequeños dispositivos electrónicos.
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Además, y dado la viabilidad del uso de este material como supercondensador, se están estudiando aplicaciones más prometedoras como el uso en baterías de sodio, sustituyendo a las existentes de litio, dado la escasez de este último material frente a las enormes cantidades de sodio presentes en la naturaleza.