Diego González, periodista argentino en Moscú, comentó a Sputnik su decepción tras el partido y el desánimo que habita a sus compatriotas en las calles moscovitas.
La derrota también ha impactado en los precios de las entradas en los grupos de Facebook y Whatsapp, que para el próximo partido en San Petersburgo han bajado de 500 a 300 dólares, comentó González.
"Muchos están vendiendo sus tickets a octavos por 200 o 300 dólares porque pensaron que Argentina saldría primera del grupo pero eso ya matemáticamente es imposible", aseguró el periodista.
La idea de que Argentina pase a la segunda fase regresa tras el partido de Nigeria contra Islandia (2 a 0), pero todavía a los hinchas les parece complicado. "Para mí el Mundial comienza en octavos y todo lo anterior es una formalidad, pero ahora parece que la formalidad nos está devorando y nos vamos a quedar en el trámite inicial", expresó González.
No obstante la presencia latina de peruanos, mexicanos, uruguayos, argentinos, y colombianos le dan color a esta la capital rusa, "que está viviendo el Mundial de un modo sorprendente", dijo el periodista.
"Todos muy tristes, y con mucha impotencia", describió Sfeir quien calificó de "infantil" el error del portero Willy Caballero que le valió el primer gol a favor de Croacia. "Terminó errando una jugada que cuesta prácticamente tener un pie afuera del Mundial, fue injusto para el resto del equipo que a mi modo de ver tuvo mala suerte en algunas jugadas", comentó el argentino.
La emoción de la previa se hacía sentir en la gradas del estadio ruso pero tras la derrota los ánimos fueron al piso.
"El ambiente era muy festivo, creíamos realmente que teníamos que ganar este partido sobre todo ante la sorpresa del empate con Islandia donde también hubo cierta mala suerte, de modo que fue realmente un balde de agua fría", expresó Sfeir.
No obstante, el argentino mantiene la confianza: "No pierdo la esperanza y es probable que esto sea un mal que venga para bien".
Sobre el ambiente mundialista Sfeir comentó que lo más sorprendente es el entusiasmo "que poco a poco va creciendo entre los rusos por este certamen (…) creo que los triunfos de la selección rusa, que puede llegar muy lejos, van a contagiar la alegría en las calles".
"Los latinos venían con mucho entusiasmo pero lamentablemente a casi todos les está yendo mal", concluyó.