"Casi uno de cada cinco brasileños (18,5%) es obeso y más de la mitad de la población de las capitales brasileñas (54%) tiene exceso de peso", apunta este informe sobre vigilancia de factores de riesgo y protección de enfermedades crónicas.
El consumo de frutas y verduras creció un 4,8% (de 2008 a 2017), la práctica de actividad física en el tiempo libre avanzó un 24,1% (de 2009 a 2017) y el consumo de refrescos y bebidas azucaradas cayó un 52,8% (de 2007 a 2017).
A pesar de esta tendencia positiva los índices de obesidad aún son una "preocupación" en la franja de población joven.
Te puede interesar: Biólogos hallan un sistema para comer hamburguesas y pizzas sin engordar
Para elaborar el estudio, que toma como herramienta de medida el Índice de Masa Corporal (IMC), el ministerio de Sanidad entrevistó a 53.034 personas de las capitales de todos los estados del país.
El ministerio hizo hincapié en la prevención y recordó que la obesidad es la puerta de entrada a enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.