"En el lado del Brasil la Policía Militar, la Policía Civil y el Ejército cubrieron las distintas rodovías (carreteras) y puentes para realizar rastrillajes intensos; en Bolivia, las Fuerzas Armadas trabajan en coordinación con la Policía", dijo en conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Romero y por separado su colega de Defensa, Javier Zabaleta, confirmaron que entre siete y diez hombres atacaron en la noche del sábado 16 un puesto naval boliviano en la frontera norte con Brasil, de donde se llevaron al menos nueve fusiles AK-47, municiones y un número indeterminado de pistolas.
Medios locales reportaron previamente que el ataque dejó heridos a dos militares bolivianos, por impactos de armas de fuego, y que los atacantes se movilizaban en motocicletas.
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Agregó que se teme un ataque del grupo criminal, por lo que los gobiernos de ambos países han asignado máxima prioridad a la detención de los presuntos asaltantes.
Zavaleta admitió la posibilidad de una falla de seguridad en el puesto militar boliviano que sufrió el ataque, por lo que sus jefes están ahora bajo proceso.
Bolivia y Brasil tienen una frontera de 3.423 kilómetros de longitud, escasamente poblcada y constituida mayormente por selvas y ríos de la cuenca del Amazonas.
