Actualmente los ambientes de trabajo colaborativo están presentes en todo el mundo, y se estima que son miles funcionando. Se trata de un tipo de espacio que no solo permite reducir costos para quienes están comenzando sus proyectos, sino también fomentar iniciativas en conjunto.
Según Mario Sánchez, director de cowork LATAM, el espíritu comunitario ayuda al crecimiento de las empresas y su proyección internacional.
"Para los países son espacios catalizadores que ayudan a que las empresas crezcan y evolucionen más rápido a nivel de los procesos de internacionalización. Porque es muy difícil para cada uno hacer los procesos y equivocarse. En cambio cuando uno tiene la posibilidad de compartirlo con otros que ya lo han vivido, eso alienta el ánimo de los emprendedores", señaló a Sputnik Sánchez.
En el caso chileno los espacios de coworking están súper avanzados, el país cuenta con una red llamada Chile Coworks. Marcelo Moraga fue fundador de este colectivo, y hoy dirige Aldea Cowork, un ambiente de trabajo colaborativo que funciona en la localidad de Osorno.
Este proyecto nació con capital privado, pero ahora cuenta con apoyo público de CORFO, la agencia chilena de Corporación de Fomento de la Producción, que busca impulsar las distintas regiones del país.
"El objetivo es que el desarrollo, las nuevas inversiones y las nuevas empresas salgan de este territorio. De hecho tenemos nuestro hashtag: ‘Hazlo en Osorno', que define nuestro propósito, de hacer cosas desde la ciudad de Osorno", explicó el director de Aldea Cowork.