"Con respecto a Afganistán, todos los ministros hemos señalado la necesidad de estabilizar la situación y expresado preocupación ante el hecho de que combatientes de ISIS [autodenominado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países] se infiltran en el territorio afgano desde Siria e Irak", declaró Lavrov.
Lavrov también lamentó la opacidad de la OTAN en Afganistán.
"Nos preocupa. Vemos que la misión de la OTAN no siempre actúa de forma transparente", apuntó.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que los gobernadores de varias provincias afganas habían denunciado en más de una ocasión los traslados de helicópteros sin marcas de nacionalidad ni matrícula hacia las zonas controladas por los terroristas.
"Habida cuenta de que la OTAN y EEUU controlan la totalidad del espacio aéreo de Afganistán, debían de estar enterados como mínimo", subrayó.
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Por su parte, Rusia apoya el diálogo directo entre el Gobierno afgano y los talibanes siempre y cuando acepten el proceso de paz, agregó Lavrov.
"Todos apoyamos el llamado al diálogo directo con los talibanes que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, hizo durante la conferencia de Taskent, en mayo pasado", destacó Lavrov.
"Los talibanes son parte de la sociedad afgana y deberían implicarse directamente en el proceso político, si renuncian a la defensa de sus intereses con métodos militares, desde luego", dijo Lavrov.
En opinión del canciller ruso, los insurgentes "todavía no han confirmado su disposición a dialogar".
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El 7 de junio, el presidente Ghani ordenó suspender las operaciones contra los talibanes del 12 al 19 de junio, con motivo de la fiesta de Eid al-Fitr.
También los talibanes anunciaron el 9 de junio que suspenderán por tres días su ofensiva contra las fuerzas de defensa y seguridad nacionales, aunque opondrán resistencia, si son atacados, y continuarán operaciones contra las tropas extranjeras presentes en Afganistán.