Estos nueve países son Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía, que forman el "flanco este" de la OTAN.
"El enfoque de la OTAN hacia Rusia, basado en las posiciones de contención y defensa, así como en la apertura a un diálogo político, seguirá siendo nuestra política conforme a la resolución aprobada en la cumbre", dice el texto de la declaración.
Se indica que el diálogo con Rusia aportará resultados solo en el caso de que "vuelva a respetar el derecho internacional y sus compromisos internacionales, y mientras la OTAN respalde los mecanismos de contención y defensa".
En julio de 2016 la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa, al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales —de 600 a 1.000 militares cada uno— en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
El bloque militar justifica su ampliación por la necesidad de defenderse contra supuestas amenazas procedentes de Rusia, y contener su presunta política de agresión.
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Moscú sostiene que el despliegue de los contingentes de la OTAN cerca de la frontera rusa supone una amenaza a su seguridad, además de ser medidas provocadoras que carecen de fundamento real, al no existir acción agresiva alguna por parte de Rusia.