"En gran medida han agotado su potencial y no responden al orden del día", afirmó Avákov, citado por el sitio web del Interior.
El defecto clave de esos acuerdos, a juicio de Avákov, es "la falta de un enfoque coherente a la resolución del conflicto".
"Necesitamos definir un nuevo formato que sea legítimo desde la óptica del derecho internacional", dijo el titular del Interior.
Asimismo, Avákov declaró que la operación para recuperar ciertas zonas en el este de Ucrania al control de Kiev no debe involucrar al Ejército ucraniano, sino que ha de ser policial.
"Al afirmar que recuperaremos los territorios ocupados queremos decir que es un proceso complicado y no militar, es una operación compleja que consta de varios componentes, es muy probable que sea una operación policial sin el uso de las Fuerzas Armadas", dijo al intervenir en el foro 'La fórmula de seguridad de Ucrania'.
Para llevar a cabo esta operación, harían falta solo 2.000 cascos azules en lugar de 40.000, añadió.
Kiev trata de conseguir que se envíen cascos azules a Donbás: a mediados de marzo, el ministro ucraniano de Exteriores, Pavló Klimkin, pidió a la ONU el envío de más de 15.000 pacificadores.
Ucrania insiste en que la misión de paz se extienda hasta la frontera con Rusia.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, avala el envío de cascos azules a Ucrania siempre y cuando se limiten a garantizar la seguridad de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, marcaron las pautas para una resolución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.