De acuerdo con la investigación, el gusto excesivo por la pornografía podría influir de manera negativa sobre la potencia sexual masculina. Así, cada vez más hombres tienen problemas de erección durante las relaciones sexuales con mujeres 'de carne y hueso'.
"A su vez, para otros, la pornografía y la masturbación se convierten en una especie de 'comida rápida' sexual, de modo que desplazan a la auténtica vida sexual", explicó Kulgavchuk. El psiquiatra reveló que cada vez más parejas jóvenes se lamentan de la falta de relaciones sexuales pero, al mismo tiempo, tienen adicción al porno.
El experto publicó en su página oficial un vídeo dedicado al peligro de la adicción a la pornografía titulado 'Pornofilia'.
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"Claro que nadie se muere por ver porno. No obstante, si cruza una línea, esto se convierte en un problema. Esto puede compararse con el alcohol. Algunos lo consumen de vez en cuando y otros se convierten en alcohólicos", indicó.
¿Tiene el porno algo que ver con la caída de la natalidad en Europa? Según aseguró el sexólogo ruso, la pornografía explota instintos. Así, el mundo virtual dispone de cualesquiera guiones o tipos de apariencia física, algo que causa una especie de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, de modo que los hombres ya no pueden centrarse en una cosa a la vez.
En lo que respecta a la parte más joven de la población sexualmente activa, el porno les causa una imagen distorsionada del sexo, de acuerdo con numerosos estudios. Según explicó a Sputnik el sexopatólogo ruso, los adolescentes arrastran algunas tendencias parafílicas a nivel de reflejos.
De este modo, las autoridades podrían crear un sistema de calificación por edades para las películas porno con el fin de mejorar la salud sexual de las próximas generaciones, concluyó Kulgavchuk.
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