Una de las mayores expectativas que se tenía al llegar a formar parte de la alianza era la democratización del país. Sin embargo, el periodista del periódico montenegrino Dan, Marko Vesovic, comentó que en realidad la situación empeoró en vez de mejorar.
"La membresía en la OTAN no ofreció nada en cuanto al reforzamiento de la democracia, el control público del Gobierno o la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos", señaló.
El periodista destacó que la situación política en Montenegro es precaria porque el poder de Milo Dukanovic, presidente del país, no hace más que reforzarse, mientras que la oposición es sofocada.
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Así, el experto en ciencias políticas Dragan Rosandic señaló que las esperanzas que tenía la oposición fueron destruidas por la alianza. Se esperaba que la OTAN trajera consigo estándares de democracia, pero sus estándares se limitan a los rifles estadounidenses M-16, subrayó Rosandic.
El editor del portal informativo IN4S, Gojko Raicevic, sostuvo que no ve ventajas de estar en la alianza y la calificó de "OTAN-jaula".
Por su parte, el líder del partido opositor Verdadero Montenegro, Marko Milacic, comentó en Facebook que la democracia no fue la única en sufrir al unirse el país a la OTAN.
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La deuda estatal alcanzó niveles récord (casi el 70% del PIB), hay 50.000 desempleados en el país, 130.000 jubilados están al borde de la pobreza y los productos esenciales siguen encareciéndose.
"Desde el punto de vista moral, Montenegro definitivamente no salió ganando al entrar en la alianza que no hace mucho que estaba bombardeándolo", comentó Marko Milacic.
De acuerdo con el político, solo la neutralidad militar que es apoyada por la mayoría de la población de Montenegro puede garantizar la seguridad, promover la estabilidad en la región y fomentar el desarrollo económico del país.
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