Shamdasani lamentó "la política de tolerancia cero" en las fronteras sur de EEUU, al denunciar que las personas que intentan entrar ilegalmente en el territorio norteamericano, son sometidas a persecuciones judiciales y separadas de sus hijos.
"La práctica de dividir a las familias se evalúa como una intervención extrajudicial e ilegítima en la vida de una familia y representa una violación seria de derechos de un niño", argumentó al añadir que "el uso de arrestos inmigratorios y división de familias como método para atemorizar, viola los estándares y principios en esfera de derechos humanos".
Según los datos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, desde octubre de 2017 varios centenares de niños fueron separados de sus familias.
Esta práctica fue aplicada tanto a los migrantes ilegales como a solicitantes de asilo.
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En la ONU indican que la mayoría de los que intentan cruzar la frontera de EEUU provienen de Honduras, Guatemala y Salvador a causa de la falta de estabilidad y seguridad en sus países.