"Si la parte estadounidense aprueba las restricciones comerciales, incluido el aumento de las tarifas de aduana, todos los convenios logrados como resultado de las negociaciones comerciales se invalidarían", señala el documento.
El Ministerio de Comercio chino resaltó que la postura de su Gobierno se mantiene estable, y consiste en que el aumento del intercambio comercial con EEUU responde al aumento del consumo interno, y resulta beneficiosa para Pekín, para Washington y para el resto del mundo.
El 30 de mayo una gran delegación de Washington llegó a Pekín para mantener negociaciones comerciales y económicas en el contexto del agravamiento de las relaciones entre los dos países en este ámbito.
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La posible medida de EEUU continuaría lo que varios expertos denominan guerra comercial, que parecía haberse frenado después de que el pasado 20 de mayo Estados Unidos confirmara que Washington y Pekín acordaron la suspensión de aranceles a productos de ambos países y la disminución del déficit comercial estadounidense con China.
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Varios países ya reaccionaron a esta decisión de Washington, por ejemplo la UE informó que responderá con un procedimiento jurídico que lanza este 1 de junio; Canadá y México anunciaron que gravarán con aranceles varios productos estadounidenses.