Recientemente la instalación militar Aberdeen Proving Ground anunció haber concluido un acuerdo por valor de 1,5 millones de dólares con el contratista privado Clear Sky Aviation. Según este contrato, la empresa volará de Riad a Maryland un viejo Boeing 777 que anteriormente pertenecía a la aerolínea Saudia y que tiene el número de matrícula del avión HZ-AKF.
Si bien la idea de comprar la aeronave para destruirla parece extraña, es muy importante porque este tipo de prueba pueda revelar cuán vulnerable es un Boeing 777 ante la amenaza de un ataque terrorista. Los experimentos se llevarán a cabo para determinar en qué parte del avión pueden esconder sus tripulantes una bomba para mitigar los efectos de su posible explosión.
"Aberdeen Test Center utilizará la aeronave solo con fines destructivos y acordó que sus piezas no podrán ser instaladas en otros aviones", reza un documento, citado por el medio estadounidense.
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El HZ-AKF era el mejor candidato para ser elegido por el Ejército de EEUU para participar en este tipo de pruebas. Esta aeronave salió de la cinta en 1998 y operó casi 34.800 horas de vuelo. Desde agosto de 2017 la aeronave se encontraba en un cobertizo situado en la capital saudí de Riad.
En el siguiente vídeo se puede apreciar como el HZ-AKF aterriza en un aeródromo de Ginebra (Suiza) en junio de 2017 antes de que Saudia lo retirara del servicio.